Un poderosísimo magnate, ex primer ministro de su país, tiene una peculiar afición: ha decidido coleccionar árboles y para ello ha de trasplantarlos desde los suelos originarios en los que crecían hasta su parque privado en la costa de Georgia.
Ese hombre nunca aparece en la película de Salomé Jashi pero la habita con una ausencia intimidatoria. En realidad, su presencia es latente y opresiva. Esto tiene mucho que ver con el principio surreal del que parte el documental, pero especialmente con la forma como la realizadora filma y vive el tiempo del rodaje. Taming the Garden es un filme pausado y contemplativo, producto de dos años de grabaciones, en los que cada situación se expande como las raíces de tantas especies de árboles que ahora flotan entre las aguas que ligan al Mar Caspio y al Mar Negro hasta llegar a su nuevo destino.
Hay algo único en la representación del espacio y los seres que lo habitan. Si bien es cierto ese peculiar espíritu caucásico nutre al filme de absoluta singularidad, Jashi no para de cuestionar conceptos cada vez más globales. Vivimos tiempos donde hasta los deseos más caprichosos pueden realizarse a costa de la explotación, extorsión y degradación de la dignidad ajena. No se trata apenas de extraer los árboles de sus suelos originales, acaparar el oxígeno, modificar los paisajes. La imagen de aquellas raíces violentamente desarraigadas nos indica de lo que es capaz el poder y el resultado no puede más que despertar, no solo en los implicados sino también en los espectadores, una sensación de luto, desolación y vacío.
La cámara de Jashi observa los detalles de forma magistral y precisa y otorga una corporalidad maravillosa tanto a los árboles que de por sí son seres hermosos y fotogénicos, como a la maquinaria empleada en los procesos de ingeniería necesarios para cada remoción. Formalmente impecable, Taming the Garden es un filme muy respetuoso de su propio método, fiel a su concepto y sumamente político; una obra que hipnotiza por su ritmo, sus sonidos y sus tiempos dilatados.
María Campaña Ramia
Programadora MajorDocs
Salomé Jashi
Directora
Salomé Jashi nació en Tbilisi, Georgia, en 1981. Primero estudió periodismo y trabajó como reportera durante varios años. En 2005 recibió una beca del British Council para estudiar cine documental en la Royal Holloway de la Universidad de Londres. "The Dazzling Light of Sunset" (2016) fue galardonado con el premio principal de la sección Regard Neuf de Visions du Réel, así como en ZagrebDox, Jihlava IDFF, Valdivia IDFF, entre otros festivales. Su trabajo anterior, "Bakhmaro" (2011), realizado en coproducción con ma.ja.de. filmproduktion y MDR / Arte, recibió una mención honorífica para un joven talento documental en DOK Leipzig, fue galardonado como el mejor documental de Europa central y oriental en Jihlava IDFF y fue nominado para los premios Asia Pacific Screen Awards y Silver Eye Awards. Salomé Jashi es fundadora de dos productoras: Sakdoc Film y Microcosmos, ambas productoras de documentales y ficción de alta calidad artística. Fue becaria de la beca Nipkow en 2017 y del programa DAAD Artists-in-Berlin en 2020.
Año: 2021
País: Suiza, Alemania, Georgia
Duración: 92 min
Idioma: georgiano
Subtítulos: español, inglés
Dirección: Salomé Jashi
Guion: Salomé Jashi
Producción: Vadim Jendreyko, Erik Winker, Martin Roelly, Salomé Jashi
Fotografía: Goga Devdariani, Salomé Jashi
Montaje: Chris Wright
Diseño de sonido: Philippe Ciompi
Producción ejecutiva: Pascal More
Productoras: Mira Film, CORSO Film, Sakdoc Film
Distribución: Syndicado Film Sales
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